‘Zinzindurrunkarratz’, la nueva película del cineasta navarro Oskar Alegria

Zinzindurrunkarratz

Un camino olvidado, una cámara antigua, el silencio y un burro llamado Paolo son los ingredientes de ‘Zinzindurrunkarratz’, la nueva película del cineasta navarro Oskar Alegria. En ella habla del camino que hacían los pastores desde su pueblo Artazu hasta la sierra de Andia. La película ha recibido ya tres galardones importantes en Nueva York, Florencia y Barcelona

El pasado 1 de septiembre se estrenó ‘Zinzindurrunkarratz’ en el festival de cine de Telluride, en EEUU. Desde entonces el film y su autor no han dejado de viajar: Viena, Japón, Italia, Valladolid, Nueva York, Madrid, Barcelona… En noviembre OC NYC, el mayor festival de documentales de América, le otorgó el primer gran premio de Kaleidoscope, que destaca las propuestas más renovadoras del lenguaje cinematográfico. Poco después obtuvo también el reconocimiento como mejor película antropológica en el Festival del Popoli en Florencia, el certamen más antiguo dedicado al documental en Europa, que celebró este año su 64ª edición.

Recuperación de antiguas palabras

Como en sus dos trabajos anteriores, Oskar Alegria ha recuperado antiguas palabras del euskera a través de sus películas. En ‘Emak bakia’ recuperó el nombre de una casa que ahora se vuelve a llamar así; ‘Zumiriki’ era el nombre que le daban en Artazu a una isla del río y ‘Zinzindurrunkarratz’ es “un mapa de aire inventado por los pastores, un recorrido balizado por topónimos sonoros, que iba desde Artazu hasta los pastos de la Sierra de Andia.” Son nombres que con el sonido describen muchas cosas. Así ‘Zinzin’ es el sonido que hace el viento suave en la ladera del monte de Arguiñano y por eso a este lugar le llamaban así. Más adelante está la sima ‘Durrundurrun’. Durrun es el sonido que se oye cuando se precipita algo en su interior y cae a una profundidad de unos diez metros. ‘Durrundurrun’ es el doble de durrun, por lo que se calcula que esta sima tendrá unos veinte metros y un escalón en medio. Y más allá está ‘Karratz’, la cima de una peña en la que suelen caer muchos rayos con un ruido espeluznante. Estas palabras son onomatopeyas, palabras que nacen de sonidos, intuitivas y prácticas y muy abundantes en lenguas tan antiguas como el euskera. “En esta ocasión he recuperado un mapa de topónimos sonoros. Lo que más me gusta de mis películas es haber recuperado palabras que estaban destinadas a desaparecer.”

Entre los pastores que hacían esta ruta estaba el abuelo de Alegria y ahora él ha vuelto a hacer ese camino, acompañado del burro Paolo, y lo ha grabado con una antigua cámara de super-8: “En aquellos tiempos había 112 pastores en esta zona y de ellos sólo queda uno: Vicente Goikoetxea Otamendi, de Azkarate, que sigue viviendo seis meses al año en el monte cuidando a sus ovejas y haciendo unos quesos maravillosos. Vicente ha venido con nosotros a la Seminci de Valladolid y es la primera vez que ha subido en ascensor. Es un héroe fuera del tiempo que no tiene ninguna de nuestras perversiones. Al hacer la película le dije que le iba a llevar tres cosas y me pidió un kaiku grande para volver a ver la leche en la madera, porque no lo encontraba en ningún lado; un irazkina, que es un embudo especial de latón con una asa y que sirve para colar la leche con ortigas; y un transistor, que después del perro es el mejor amigo del pastor. Todo esto lo he conseguido gracias a la ayuda de muchas personas generosas. Siempre me ha encantado el encuentro de aliados para hacer mis películas.”

EXCELENTE ACOGIDA DE LA PELÍCULA

En cuanto a la acogida del público y del jurado de los diferentes festivales, Oskar Alegria está muy satisfecho: “Las que yo cuento son historias pequeñas, pero que al final son historias de todas las personas. Estas películas que son como vivencias personales no acaban con los créditos, sino que continúan con las cosas que te cuentan las personas que las ven. Las películas las acaban los demás. En Japón veneraron el kaiku, y en el debate posterior a la proyección me hicieron cuatro preguntas sobre él.”