Nunca es tarde para aprender euskera
En 2009, un grupo de personas vinculadas a la Asociación de Personas Jubiladas y Pensionistas Sasoia puso en marcha unas clases gratuitas de euskera especialmente pensadas para personas mayores que tuviesen la ilusión de aprender la lengua y de impregnarse de la cultura que se transmite a través ella. Durante el curso pasado, 135 personas participaron en los diez grupos que se formaron en el Palacio del Condestable y en el centro Plazara! Ahora la inscripción vuelve a estar abierta para el nuevo curso, tanto para aprender o practicar la lengua, como para quienes se animen a enseñarla de manera altruista.
La jubilación es una fase de la vida que se puede entender como un período de descanso después de muchos años de trabajo, o también como la oportunidad de dedicar más atención a todas esas cosas que hemos ido relegando por falta de tiempo o de oportunidades.
Aprender euskera a esta edad puede parecer algo muy complicado, pero los beneficios que aporta son muchos y variados. Además de mantener la mente en forma y de ayudarnos a ampliar nuestros círculos sociales, el aprendizaje del euskera es, para muchas personas, la ocasión de retomar con calma una asignatura pendiente.
Este es el caso de Pilar Remacha, por ejemplo: “Yo empecé hace unos cuatro años, pero no tengo prisa. Nos lo tomamos con tranquilidad. Ni oso pozik nago. Me apunté porque el euskera es lo nuestro, porque lo siento. Nunca es tarde para aprender y más si es lo nuestro. Intenté aprender hace años en Arturo Campion, pero se me cruzó el cable y me fui a Londres a vivir, y ahora cuando he vuelto lo he retomado. Aunque no sé demasiado, en mi entorno cercano tengo oportunidad de hablar porque tengo una amiga que es de Lekunberri y también porque vivo en la parte vieja de Pamplona y aquí cada vez se habla más. Me parece que el euskera está avanzando muchísimo en esta ciudad. Me encanta estudiar euskera y el ambiente es precioso. Todas y todos los irakasles son altruistas, no cobran nada y tienen una paciencia increíble. Somos muy felices y venimos porque nos gusta.”
Txaro Arguiñariz también valora positivamente la experiencia: “Estamos muy a gusto y por eso seguimos. No había estudiado nunca euskera y me parecía dificilísimo. Empecé hace unos cuatros años y alguna cosica vamos cogiendo. Yo después de dejar de trabajar pensé que algo tenía que hacer y que no me iba a quedar en casa. Me enteré de estas clases porque iba una cuñada mía y más gente conocida. Me apunté para ver qué tal me iba y aquí sigo muy a gusto. Damos clase dos días a la semana, hora y media cada día. Está bien porque no te agobia. Yo a la hora de apuntarme a cosas prefiero hacerlo con gente que tenga los mismos intereses e inquietudes que yo. Aquí hemos cuajado muy bien. De vez en cuando quedamos para hacer alguna comida, pero la verdad es que la pandemia nos chafó un poco. A ver si ahora cogemos otra vez el ritmo.” En cuanto a las técnicas de estudio, cada cual tiene las suyas.
Pilar señala las suyas: “Yo para aprender veo todas las semanas el programa de humor de ETB ‘Herri txiki, infernu handi’, y también la pelota, el tiempo, los concursos… Estoy con un papelico en la mesa, y cuando oigo una palabra o frase que no sé y me interesa, me la apunto. A mí me resulta mucho más difícil la pronunciación inglesa, por ejemplo.”
Txaro cuenta con la inestimable ayuda de sus nietas Izaro y Leire: “Si digo algo mal mis nietas me corrigen. A mí me va muy bien repasar, escribir y hacer ejercicios. Si escucho la radio o la tele me pongo nerviosa porque todavía entiendo poco. Me resulta más fácil hacer ejercicios con algún libro o en el ordenador.”
Izaro es una de las nietas de Txaro y a ella esta iniciativa también le parece una buena idea: “Me hace ilusión que mi amatxi aprenda euskera. A veces nos pone música cuando nos juntamos y también intenta hablar en euskera con nosotras.”
IRAKASLES ALTRUISTAS
Patxi Erdozain es el profesor más veterano y uno de los que comenzó dando las primeras clases en 2009: “En la Asociación Sasoia vimos que nuestra gente no podía seguir el ritmo de las clases de IKA y AEK y decidimos organizar grupos exclusivamente para personas jubiladas. Empezamos con 40 personas distribuidas en tres grupos: personas que no sabían nada, otras que habían estudiado en euskaltegis y gau eskolas y algunas que hablaban euskera desde siempre. Comenzamos el sacerdote Xabier Irigarai, Itsaso Garzia y yo. Nos cedieron un espacio en los locales de la Asociación Auzoenea y al año siguiente pasamos al Palacio del Condestable. Poco a poco el número de participantes y de grupos fue creciendo. Antes de la pandemia llegamos a tener 168 alumnas y alumnos. Con la pandemia bajó, pero ahora estamos remontando de nuevo. Ya estamos en 135 participantes en 10 grupos en Condestable y Plazara, con 8 profesoras y profesores.”
En cuanto al perfil de los docentes, Paco Unzue nos explica que es muy variado: “Yo trabajé de maestro de Educación Primaria en la escuela de Berriozar. He pasado de estar con personas de corta edad a personas mayores y estoy muy a gusto. Hay compañeros que se han dedicado a la enseñanza, como Javier Mangado, profesor de Educación Secundaria y también director del instituto Biurdana, o José Manuel Alemán, profesor de euskera, pero también está Alejandro Vicente, por ejemplo, que ha sido secretario municipal.” En cuanto a la dinámica de las clases, lo más importante es que la gente se sienta cómoda, como explica Paco: “En las clases hay muchos tipos de personas, pero en general llevamos un ritmo calmado. Se repiten las cosas las veces que haga falta y, aunque a veces no lo crean, aprenden un montón. Mucho más de lo que creen. Es muy bonito también ver cómo se animan mutuamente.”
MUCHO MÁS QUE APRENDER EUSKERA
En los grupos que están en activo actualmente encontramos diferentes niveles. Cada persona puede participar en el grupo que prefiera o cambiar en cualquier momento, como explica Javier Mangado: “Es una iniciativa muy abierta y si alguien no está a gusto en un determinado nivel puede pasar a otro sin ningún problema, aunque normalmente se sienten tan bien en el grupo, que no quieren cambiar de cuadrilla. Además de aprender euskera, estas clases ofrecen la oportunidad de conocer mucha gente, de pasarlo bien y hasta de hacer terapia de grupo, en cierta manera. De hecho, algunas personas dejan las clases, pero las relaciones continúan.
La motivación inicial es aprender euskera, pero luego, conforme van avanzando, van descubriendo muchas cosas de nuestra cultura que desconocían y sienten que están descubriendo un auténtico tesoro”, señala Mangado.
CALENDARIO Y CONTACTO
El curso comienza en octubre, pero el plazo de inscripción está abierto todo el año. Para participar en estas clases que se llevan a cabo en el Palacio del Condestable y el espacio Plazara!, ambos en la calle Mayor de Pamplona, es suficiente ponerse en contacto con la Asociación Sasoia a través del correo electrónico: sasoia@sasoia.eus
IRAKASLE BERRIEN BILA
Sasoia Elkarteak koordinatzen dituen klase hauek beti toki publikoetan eman izan dira Patxi Erdozain irakaslea eta lehen sustatzaileetako batek azaldu duen bezala: “Gure helburua hasieratik izan zen klase hauek leku publikoetan eskaintzea eta horregatik oso pozik gaude Kondestablearen Jauregian eta Plazara! gunean. Iruñeko Udalak ez digu inoiz honetarako trabarik jarri.” Hastear dagoen ikasturte berrirako irakasleen premian daude, Javier Mangadok jakinarazi duen bezala: “Gure Patxik erretiroa hartu nahi du 85 urterekin eta fitxatu behar dugu bi irakasle berri, bat zerotik hasten dutenentzat eta beste bat Patxi ordezkatzeko beste maila altuago batean. Beraz, inor animatzen bada etor dadila. Oso jende gogotsu eta jatorra aurkituko du hemen.”