Creencias populares en torno a la luna

Arriba, de izda a dcha: Regina Salcedo, Ricardo Gurbindo, David Mariezkurrena, Gotzon Perez Artutx.<br />
Abajo, de izda a dcha: Enrike Pérez Lopetegui, Pedro Argandoña, Juan Jesús Recalde, Josune Aznarez.

La revista digital navarra de etnología Etnolan abre su séptimo número, el publicado el pasado mes de abril, con un estudio sobre las creencias populares en torno al influjo de la luna. Cuándo hay que sembrar ciertos cultivos, cortar la madera, secar la ropa blanca o cortarse el pelo son algunos de las preguntas que el grupo de investigación ha planteado en diversas localidades navarras.

El estudio ha sido elaborado por Juan J. Recalde, Ricardo Gurbindo, Josune Aznarez, Pablo Orduna, David Mariezkurrena y Pedro Argandoña con los testimonios de vecinas y vecinos de un buen número de localidades navarras.

Como explican las autoras y autores, nuestra relación con la luna ha sido muy intensa a lo largo de los tiempos. El artículo comienza con una interesante cita de Estrabón, el geógrafo e historiador griego: “[…] los celtíberos y los demás pueblos que por el norte lindan con ellos, todos los cuales rinden culto en las noches de plenilunio a un dios sin nombre danzando las familias hasta el amanecer ante las puertas de sus casas.”

Las fases lunares y su reconocimiento

Para reconocer las fases lunares en algunos pueblos tenían sus propios métodos. En Lezaun y su entorno se decía: “Creciente, ganchos hacia Puente; mengua, ganchos hacia Améscoa.”

También está muy extendido el dicho de que la luna es “mentirosa”. Así cuando apreciamos que tiene forma de C es decreciente y, a la inversa, creciente cuando la podemos comparar con una D.

Cultivos

La avena arvejuelas, alfalfas, aiscoles, vezas… debían sembrarse en mengua, porque de lo contrario “reaccionan mal y suben o saltan arriba, hasta la superficie” o se ponen negras. En Uzquita y Amunarrizqueta entendían que la alfalfa debía sembrarse en mengua, ya que así el ganado no se hinchaba al comerla.

Otra creencia de carácter general y con cierta vigencia indica que en mengua y a lo largo del invierno debe hacerse la poda de la vid y de los árboles frutales, es decir, antes de que sude la planta. También en mengua hay que sembrar la patata y en Zubieta añadían que también la extracción debía hacerse en ilbera (mengua), para que así cicatrizaran convenientemente las heridas causadas durante el arrancamiento y no terminaran pudriéndose las piezas dañadas por el apero de labranza.

Estiércol

Este fiemo, ciemo u ongarri se iba sacando a un fiemoral y antes de trasladarlo y barrearlo (extenderlo) en fincas o huertas, había que voltearlo dos veces en período menguante. Haciéndolo así, en el segundo volteo especialmente, se apreciaba cómo el montón de estiércol despedía calor y abundante humo, producto de su adecuada fermentación. Si descuidadamente se hacía esta labor en creciente, el fiemo se pasmaba, quedaba como la paja y perdía su valor de abonado, según decían.

En Saldias, al igual que en Uztárroz, consideraban que debía sacarse el estiércol de oveja en creciente. En la localidad roncalesa aprovechan esa luna para extenderlo directamente en los allurkos (huertas junto al río).

En cambio, al pie de Urbasa y Andia no miraban la luna para sacar la altxirria o estiércol del ganado lanar.

Aprovechamiento de la madera

Es norma corriente que el haya destinada al fuego del hogar se debe cortar en creciente y en Uztárroz, donde llaman goragua a esta fase lunar, puntualizan que esa norma no tiene valor para las zakardas o hayas pequeñas.

Si la leña de haya, o el carbón, estaba destinada a la venta se tiraba el árbol en mengua, cuando la savia está hacia adentro, ya que así la leña no se llegaba a secar como la tirada en creciente y de esa manera pesaba más.

Es creencia general que la tala de árboles para construcción, tablaje o material debía hacerse en el período invernal y en mengua, cuando está la madera muerta, ya que así se apolilla menos. A ese uso alude el recurrente dicho: “En la mengua de enero corta el madero.”

Matanza

Tradicionalmente eran los intervalos del ciclo femenino los que dictaban la fecha conveniente para matar el cerdo y preparar sus derivados. Por si fuera poco, en Amillano y Allo, unido a que la mujer de la casa no podía estar menstruando, la matanza debía coincidir con la mengua para que se produjera una óptima conservación de morcillas y demás productos. De forma contraria, en Ezkurra la matanza (txerri hiltzea) hecha en creciente garantizaba un buen secado de la carne ya que, en mengua, esta no terminaba de curarse convenientemente. También recomendaban la fase creciente en Izurdiaga ya que, en la fase contraria, la carne de los jamones se separaba del tocino.

Luz de luna

En la Bizkaia (Val de Aibar) se decía que la claridad de la luna llena era perjudicial para la carne recién sacrificada y dejada a serenar porque amanecía oscura.

Era frecuente oír que la luna te pone más morena o moreno que el sol, y así decían en Lezaun que se debía evitar andar en luna llena, ya que la luna te podía coger la cabeza (insolación) con mayor rapidez y mayor trastorno que el sol. Por el contrario, en Améscoa afirmaban que la luz lunar «roba el color de la cara, dejándola pálida» y por ello se evitaba andar de noche en lugares despoblados. Siguiendo con esta capacidad de alterar los colores, en Eulz y Mirafuentes se decía que la ropa de color, si recibe la luz del satélite, pierde viveza, por lo que conviene recogerla al oscurecer, aunque no se haya secado suficientemente.

Sin embargo, cierta fuerza de la luz lunar tenía su vertiente positiva y así en el barrio de la Magdalena de Pamplona aprovechaban la luna llena para tender ciertas ropas a la intemperie y aprovechar su efecto blanqueador. Y como debe ser cierto y tener explicación científica, aunque relacionada con el poder oxidante del rocío que acompaña a esta fase lunar, también en Burlada debió de ser una práctica habitual el tendido nocturno de la ropa blanca.

Otros efectos

Cierto efecto dañino de la fase creciente afectaba a las personas aquejadas de los nervios, según el relato de Izurdiaga. Añadían que para ellas la luna en creciente presentaba su mayor capacidad de alteración y por eso hablan de creciente rabioso.

El convencimiento de que la fase lunar imperante en el momento de la fecundación del ganado influía en el sexo de los partos era también aplicable a las personas, naciendo niños los concebidos en creciente y niñas en el cuarto menguante. En Salinas de Oro habían oído decir que la efectividad era mayor si la luna era testigo visual de la unión carnal.

En Izurdiaga bajaban al río a pescar en mengua para obtener mejores capturas y en Lakuntza consideraban que el onddo (hongo) salía con más abundancia en creciente.

Se considera que el pelo cortado en mengua ralentiza su crecimiento. En Eulz añaden que en esa fase deben hacerse otros cuidados como moldeados o rulos, ya que así los arreglos duran más. En la Bizkaia, Amunarrizqueta y Ezkurra amplían esta convicción a las uñas.

Adivinanzas

Del Valle de Salazar procede la siguiente adivinanza con la luna como respuesta: Pipitaki, papataki, nik badakit gauza bat: aurian, landan, gazta bat. Zer ote da?  (“Pipitaki, papataki, yo sé una cosa: en la lluvia, en el campo, un queso. ¿Qué será?”).

Cantinelas

De carácter infantil y común es la cantinela: “Luna lunera cascabelera / debajo de la cama tienes la cena”, que se les recitaba a las criaturas, incitándoles a repetirla, para familiarizarles con el lenguaje.

Coplas y versos

En la Bizkaia fue de uso común la copla que decía: “Al sol le llaman Loren, Loren, Lorenzo y a la luna, luna, luna Catalina. Cuando Lorenzo se cansa Catalina se levanta y la mujer que ande a esas horas no puede hacer cosa buena.”

Para acabar, del Roncal procede esta sentida recitación: Urteberriko goikoa / dun guzietarik argiena / kain ñola baiyaz yi enetako / guzietarik maitena (“La luna de año nuevo es de todas la más clara, así como tú eres para mí, de todas la más amada”).

«ETNOLAN», LA ETNOGRAFÍA EN VERSIÓN DIGITAL

En 2021 salió a la luz el primer número de la revista navarra digital Etnolan, que recoge artículos sobre la vida tradicional, usos y costumbres de nuestra tierra.  Todos estos estudios están elaborados por personas de reconocido prestigio y expertas en la materia. La revista está  también abierta a recibir colaboraciones de toda persona que se dedique a la investigación y que esté interesada en divulgar temas etnográficos.

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Ze Berri?.- Zer da Etnolan?
Etnolan.-
Etnolan Nafarroan garatzen den ikerketa etnografikoan oinarritutako aldizkaria da, soilik formatu digitalean argitaratzen dena.

Z.B.- Nortzuk egiten duzue?
E.-
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Z.B.- Nolakoa da elaborazio prozesua?
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